Vea todas las precauciones a seguir durante su embarazo.
Limitar la ingesta de cafeína durante el embarazo ha sido una recomendación de la Administración y Medicamentos de Estados Unidos, y si es posible, evitar el café por completo. Si bien en los seres humanos pareciera que el café y la cafeína en general no son teratogénicos, los niveles elevados (más de 150 mg/ día de cafeína), pueden reducir indeseablemente el peso del recién nacido. Además, la cafeína puede atravesar la placenta y se considera una droga estimulante. Existen estudios epidemiológicos donde se observa una asociación con abortos, parto pretérmino y recién nacidos de bajo peso.
Los bebés que se encuentran expuestos a altos niveles de cafeína, se pueden mostrar más irritables y con menores lapsos de sueño La cafeína se transmite de madre a feto rápidamente, y este al no poder asimilarla llega a tener en su organismo niveles de cafeína más grandes, que la misma mamá. Es por lo antes referido, que se sugiere que las mujeres embarazadas restrinjan el consumo de cafeína a menos de 150 mg/día. Las fuentes más abundantes en cafeína son el café de cafetera (125 mg en una taza), el café instantáneo (90 mg), el té (70 mg), el cacao o el chocolate caliente (25 mg), las bebidas de cola (50 mg) como las gaseosas o refrescos con cola.
Otras opciones incluyen sustituir el café por infusiones de hierbas prácticamente libres de cafeína (toronjil, manzanilla, tilo, menta), preferir el té con leche en lugar del café (el té contiene menos cafeína que el café), o diluir al máximo el café añadiéndole leche, en vista de que la leche aporta nutrientes importantes y obviamente está libre de cafeína. En resumen, trata de no tomar más de una taza al día y solo en las mañanas, en esta forma probablemente es seguro.
¿Debo evitarla y/o limitarla? Sí. ¿Cuáles son los riesgos para el bebé? El consumo de dosis elevadas de cafeína se ha asociado a un incremento del riesgo de abortos, parto pretérmino y recién nacidos de bajo peso. ¿Qué puedo hacer al respecto? Si tiene grandes dificultades para dejar de golpe el café, he aquí cómo puede empezar:
Y recuerde que la cafeína no solo se encuentra en el café. El té verde y negro, los refrescos de cola y otros tipos de refrescos contienen cafeína. Pruebe a cambiarse a productos descafeinados (que, aunque es posible que sigan conteniendo cafeína, contienen cantidades menores de esta sustancia), o a alternativas que no contengan cafeína.
¿Hay algunos que debo evitar? Sí. Deberá evitar o limitar el consumo de aquellos alimentos que tienen más probabilidades de estar contaminados por bacterias o metales pesados. Tampoco se estrese mucho si los consume ocasionalmente, pero la idea es evitarlos durante todo el embarazo. La lista incluye:
Asimismo, aunque el pescado y el marisco pueden ser una parte sumamente saludable de la dieta durante el embarazo (contienen ácidos grasos omega 3, son ricos en proteínas y bajos en grasas saturadas), debería evitar comer o solo en cantidades reducidas por mayor contenido de mercurio, los siguientes:
¿Cuáles son los riesgos para el bebé? Aunque es importante comer abundantes alimentos saludables durante el embarazo, también deberá evitar las enfermedades que pueden transmitir algunos alimentos, como la listeriosis y la salmonelosis, que se pueden contraer al ingerir los alimentos contenidos en la primera lista. Esas infecciones pueden poner en peligro la vida del feto y pueden provocar anomalías congénitas o abortos.
¿Qué puedo hacer al respecto? Asegúrese de lavar a conciencia todas las frutas y verduras, que pueden transmitir enfermedades o contener residuos de pesticidas. Esté atenta a los alimentos que compra y los que come fuera de casa. Cuando elija alimentos de origen marino, coma un amplio abanico de pescados y mariscos. Entre los pescados y mariscos de consumo habitual de bajo contenido en mercurio se incluyen: el atún claro enlatado, el pez gato, el abadejo, el salmón y los camarones.
Es posible que tenga que prescindir de unas pocas cosas durante el embarazo de las que suele disfrutar. ¡Pero imagínese en lo deliciosas que le sabrán dentro de 9 meses!
Durante el embarazo la ingesta de alcohol puede provocar defectos de nacimientos físicos y mentales. No se ha comprobado que sea posible consumir alcohol durante el embarazo sin peligro, es decir, no hay una dosis segura; por tanto, lo ideal es reducir la dosis a cero. Al ingerir alcohol, éste atraviesa la placenta rápidamente y llega al feto. Los órganos del feto aún están inmaduros y tardan mucho más tiempo en metabolizar el alcohol que el cuerpo de un adulto. De tal manera que el nivel de alcohol en sangre fetal puede ser aún más elevado que el de la madre y puede permanecer elevado durante más tiempo, es así como a veces esto provoca daños permanentes en el neonato como el síndrome de alcoholismo fetal. Si aún no te has embarazo, y piensas hacerlo próximamente, sería recomendable que dejaras el consumo de cafeína con anticipación, más si eres adicta al consumo de café, ya que esta es una forma de sobrellevar más ligeramente, el dejar su consumo. Puedes seguir estas recomendaciones durante o antes de tu embarazo:
Hay muchos estudios y posturas, algunos defienden el consumo moderado, otros prefieren abstenerse al consumo durante el embarazo, lo cierto es que ningún estudio ha podido garantizar, que el bebé no está en riesgo si se consumen ciertas cantidades. Por otro lado, estamos expuestos a alimentos de muchos tipos, y muchas veces es ineludible su consumo, por eso es importante revisar la información nutrimental de los productos que consumimos, y llevar un adecuado control prenatal, con una dieta balanceada, tener un control integral del embarazo, ayuda a sobrellevarlo de mejor manera.
Es necesario informarnos, y así poder tomar la mejor decisión, si se evita el consumo de la cafeína es mejor, aunque hay personas que defienden su uso moderado. Conociendo los riesgos y función de la cafeína, es decisión de cada persona el seguir las recomendaciones que se crean más convenientes para la salud y bienestar de madre y bebé.
¿Debo evitarlo? ¡Sí! ¿Verdad que no se le ocurriría encender un cigarrillo, ponérselo a su bebé en la boca y animarle a dar una calada? Por ridícula que pueda parecer esta escena, las mujeres embarazadas que siguen fumando están permitiendo que el feto fume también. La madre fumadora trasmite nicotina y monóxido de carbono al bebé en proceso de desarrollo. Asimismo, usted debería mantenerse alejada de las personas que fuman, se trate de compañeros de trabajo, amigos, familiares u otros comensales en un restaurante (si en su región está permitido fumar en lugares públicos).
¿Cuáles son los riesgos para el bebé? Si una mujer embarazada fuma, esta conducta puede provocar:
Y los riesgos para el feto de que la madre sea una fumadora pasiva habitual incluyen bajo peso natal y retraso del crecimiento.
¿Qué puedo hacer al respecto? Si usted es fumadora, el hecho de quedarse embarazada puede ser una motivación adicional para dejar de fumar. Hable con su médico para que le aconseje sobre las distintas opciones existentes para abandonar el hábito tabáquico.
Si usted suele alternar con persona fumadoras, pídales educadamente que fumen en el exterior —y lejos si usted también está en el exterior. Y, por supuesto, utilice el área de no fumadores en los bares y restaurantes que dispongan de ella.
¿Debo evitarlos? Aunque algunos no plantean ningún problema, hay uno en concreto cuya seguridad durante el embarazo no está del todo clara. Se ha constatado que el consumo moderado de aspartamo, sucralosa y acesulfamo K es seguro durante el embarazo. De todos modos, debería evitar el aspartamo si usted o su pareja padece una infrecuente enfermedad hereditaria denominada fenilcetonuria, en la cual el organismo no puede descomponer el compuesto fenilalanina, que se encuentra en el aspartamo. En tal caso, usted debería evitar completamente el consumo de aspartamo puesto que su hijo podría heredar la enfermedad. Pero todavía existen dudas sobre la seguridad del consumo de sacarina, contenida en algunos alimentos y vendida en forma de polvo o pastillitas como sustituto del azúcar, durante el embarazo —puede atravesar la placenta y almacenarse en los tejidos del feto. (Asimismo, un edulcorante denominado ciclamato fue prohibido en EE.UU. debido a su posible relación con el cáncer.)
¿Cuáles son los riesgos para el bebé en caso de que los haya? Aunque algunas personas han alegado que el edulcorante artificial aspartamo se asocia a anomalías congénitas, que van desde la esclerosis múltiple hasta la enfermedad de Parkinson, las autoridades gubernamentales y sanitarias de todo el mundo que han evaluado el aspartamo han constatado que es seguro para consumo humano, incluso durante el embarazo. Investigaciones realizadas en la década de los setenta sugirieron que la sacarina consumida en grandes cantidades provocaba cáncer de vejiga en ratas de laboratorio. De todos modos, desde entonces estos estudios han sido cuestionados. Asimismo, en el año 2000 una etiqueta que avisaba sobre el riesgo de provocar cáncer se retiró de todos los productos que contenían sacarina.
¿Qué puedo hacer al respecto? En lo que se refiere al aspartamo, la sucralosa y el acesulfamo K, la clave está en la moderación. No pasa nada si se toma de vez en cuando un refresco light o dietético o alimentos sin azúcar que contengan estos edulcorantes artificiales. Pero si tiene un antojo de algo dulce, probablemente sea mejor que tome algo que contenga azúcar propiamente dicho en vez de un edulcorante artificial, siempre y cuando sea con moderación. Si usted ya ha consumido sacarina durante el embarazo, no se obsesione con ello. Es sumamente improbable que cantidades reducidas de sacarina puedan hacerle algún daño al bebé. De todos modos, sigue siendo sensato leer las etiquetas de los productos e intentar evitar —o por lo menos limitar— los alimentos que contengan edulcorantes artificiales (especialmente sacarina). Después de todo, ¡este será uno de los períodos de su vida en que tendrá un buen motivo para evitar los alimentos dietéticos! Y cuantos más alimentos naturales e integrales coma durante el embarazo, mucho mejor.
¿Debo evitarlas? no. No hay ninguna prueba de que las pantallas de ordenador (también denominadas monitores) puedan provocar problemas al feto durante el embarazo; ¿Cuáles son los riesgos para el bebé en caso de que los haya? Desde los años ochenta, se ha especulado mucho sobre los peligros de las pantallas de ordenador durante el embarazo debido a sus niveles de radiación, reducidos pero reales (campos electromagnéticos). Pero, según el National Institute for Occupational Safety and Health (NIOSH), que forma parte de los Centers for Disease Control and Prevention (CDC), no se ha podido probar que los monitores de ordenador provoquen bajo peso natal o partos prematuros. ¿Qué puedo hacer al respecto? No necesita hacer nada especial. No necesita dejar su trabajo de oficina o de sentarse a tres metros de la pantalla del ordenador y utilizar un vara extensible para escribir, puede estar segura de que no hay ningún problema en utilizar pantallas de ordenador durante el embarazo.
¿Debo evitarlos? No. Según el American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG), puesto que se absorbe una cantidad muy reducida de tinte a través de la piel, lo más probable es que teñirse el pelo sea seguro, a pesar de lo que solían aconsejar los médicos en el pasado. Es una buena noticia para muchas mujeres embarazadas —seguir tiñéndose el pelo puede incrementar la autoestima cuando todo lo que ocurre en el cuerpo parece escapar estar fuera de control. Dicho esto, muy pocos estudios han analizado detenidamente los muchos tipos distintos de tratamientos capilares existentes y sus posibles efectos sobre el feto. Lo que sabemos hasta la fecha indica que lo más probable es que la mayoría de tratamientos capilares son seguros.
¿Cuáles son los riesgos para el bebé en caso de que los haya? En la actualidad, no se conoce ninguno. ¿Qué puedo hacer al respecto? Si sigue estando preocupada, pídale información a su médico sobre tintes de origen natural, en oposición a los de origen químico, que le permitirán obtener efectos similares sin ninguna preocupación añadida. Asimismo, en los reflejos se utilizan muchos menos productos químicos que en los tintes.
¿Debo evitarlos? Sí. Para la mayoría de las mujeres embarazadas, el ejercicio de bajo impacto es una buena forma de encontrase mejor, tener mejor aspecto y preparar al cuerpo para el parto. A menos que su médico le indique lo contrario, limítese a practicar ejercicios de bajo impacto. Es sensato evitar algunos ejercicios y actividades, como:
¿Cuáles son los riesgos para el bebé en caso de que los haya? Los ejercicios de alto impacto pueden provocar un aumento de la presión sobre las estructuras que hay en el interior del útero, lo que puede provocar problemas como parto prematuro o hemorragias. ¿Qué puedo hacer al respecto? Algunos de los ejercicios saludables y recomendables para que una mujer embarazada se mantenga en forma incluyen andar, nadar, ejercicios aeróbicos realizados dentro del agua, yoga y método Pilates. Pero asegúrese de hablar con su médico antes de iniciar — o continuar— cualquier programa de ejercicios durante el embarazo. De hecho, American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG), recomienda ejercitarse durante el embarazo con moderación, lo cual reduce ciertas complicaciones en el embarazo.
¿Debo evitarlos? Algunos —sí; otros — no. Aunque algunos productos químicos, como el amoníaco o el cloro, pueden provocarle náuseas por el olor, no son tóxicos, según la fundación March of Dimes, especializada en anomalías congénitas. Pero otros, como algunas pinturas, solventes, productos de limpieza para hornos, decapantes, ambientadores, aerosoles, productos de limpieza para alfombras, etc., pueden serlo.
¿Cuáles son los riesgos para el bebé en caso de que los haya? Depende del producto. Algunos productos químicos de uso doméstico no tienen ningún efecto perjudicial sobre el feto, mientras que otros a dosis elevadas pueden ser nocivos. He aquí algunos consejos sobre el uso de estos productos durante el embarazo:
¿Debo evitarlos? Sí. Son tóxicos y las mujeres embarazadas deben mantenerse alejadas de ellos al máximo.
¿Cuáles son los riesgos para el bebé en caso de que los haya? Aunque no existen pruebas de que el uso ocasional de insecticidas domésticos sea nocivo para el feto en proceso de desarrollo, es mejor pecar por exceso de celo que al revés. Niveles elevados de exposición pueden provocar:
Como ocurre con los repelentes de insectos (que pueden contener DEET, o dietiltoluamida), los riesgos no se conocen completamente. Por ello, es mejor no utilizarlos en absoluto durante el embarazo o llevar guantes para depositar una pequeña cantidad en calcetines, zapatos y otras ropas de uso externo en vez de administrarlos directamente sobre la piel.
¿Qué puedo hacer al respecto? Si tiene un problema real en su casa con los molestos bichitos, la fundación March of Dimes sugiere lo siguiente:
¿Debo evitarlos? No. ¡En absoluto! De hecho, para las mujeres embarazadas, sobre todo las que tienen más hijos, los hornos microondas son casi una necesidad ineludible.
¿Cuáles son los riesgos para el bebé en caso de que los haya? No ha ningún riesgo médicamente probado. Los hornos microondas no emiten radiaciones y, en caso de que lo hagan, emitirán una cantidad sumamente reducida de radiaciones, prácticamente indetectable.
¿Qué puedo hacer al respecto? Si usted sigue estando preocupada, puede llevar a revisar su horno para asegurarse de que funciona correctamente y no emite excesivas radiaciones. Los investigadores han constatado que, en el caso de que un horno microondas emita radiaciones, estas diminuyen exponencialmente con la distancia que se mantiene con respecto al aparato. En otras palabras, si las radiaciones que puede emitir su microondas le preocupan, aléjese del aparato unos pasos cuando lo utilice en vez de quedarse justo delante.
¿Debo evitarlo? Sí. Debería limitar las actividades que pueden elevar la temperatura corporal a más de 38,9 º C, incluyendo:
¿Cuáles son los riesgos para el bebé en caso de que los haya? Si su temperatura corporal supera los 38,9º C durante más de 10 minutos, el exceso de calor puede provocar problemas en el feto. El exceso de calor durante el primer trimestre puede provocar defectos en el tubo neural y, cuando el embarazo está más avanzado, deshidratación en la madre.
¿Qué puedo hacer al respeto? En vez de las saunas y jacuzzis calientes, haga un chapuzón en una piscina climatizada de agua tibia o templada. Y probablemente sea una buena idea ducharse o bañarse con agua tibia o ligeramente caliente. Si le sube la fiebre durante el embarazo, hable con su médico sobre cómo puede bajarla. Y escuche a su cuerpo cuando note que se está calentando demasiado al hacer ejercicio o disfrutar del sol en los meses más calurosos. Pero, si usted ya se ha expuesto a un exceso de calor durante el embarazo, no se preocupe demasiado por ello. El cuerpo es sabio y lo más probable es que usted misma se retira a tiempo de la incómoda situación antes de que el feto sufriera ningún daño.
¿Debo evitarlos? Tal vez. Ocurre lo mismo que con los autobronceadores: carecemos de buenos estudios sobre blanqueadores dentales que afirmen de forma concluyente que son seguros durante el embarazo. Y algunos fabricantes de estos productos recomiendan no utilizarlos durante el embarazo. Algunos dentistas instan a esperar a blanquearse los dientes hasta que haya concluido el embarazo, mientras que otros afirman que estos procedimientos son seguros. Lo que más preocupa son las sustancias químicas que se utilizan para blanquear los dientes, las cuales, al tragarse, podrían tener efectos perjudiciales sobre el feto.
¿Cuáles son los riesgos para el bebé en caso de que los haya? En la actualidad no se dispone de pruebas sobre los efectos nocivos de los blanqueadores dentales sobre el feto.
¿Qué puedo hacer al respecto? Hable con su médico antes de invertir dinero en productos o procedimientos de blanqueamiento dental. Si prefiere esperar a que concluya el embarazo para tener unos dientes tan blancos como la nieve, limítese a lavarse regularmente los dientes con una pasta dental blanqueadora, que dará un brillo adicional a su sonrisa.
¿Debo evitarlas? Muchas —sí; otras —no. Por lo general, es mejor esperar a vacunarse hasta que haya concluido el embarazo, pero hay algunas vacunas que se consideran seguras. Es posible que su médico le dé el visto bueno para que se vacune si:
De todos modos, el CDC de EE.UU. consideran que solamente son seguras durante el embarazo las vacunas de las siguientes enfermedades, siempre y cuando sean realmente necesarias:
¿Cuáles son los riesgos para el bebé en caso de que los haya? Las vacunas elaboradas con virus vivos no son recomendables durante el embarazo debido al riego de que la infección o enfermedad que la vacuna pretende prevenir se trasmita al feto. De todos modos, esto dependerá de las circunstancias y de si el hecho de ponerse la vacuna es o no más seguro que el hecho de exponerse a la enfermedad. Por ejemplo, la vacuna de la varicela puede ser más segura para un feto que el hecho de que su madre desarrolle la enfermedad durante el embarazo. Por lo tanto, es importante que hable con su médico si considera que puede verse expuesta a alguna enfermedad. De todos modos, por lo general, los investigadores desconocen cuáles son los riesgos para el feto de algunas vacunas. O sea que lo más prudente es esperar a vacunarse a menos que el médico le recomiende lo contrario.
¿Qué puedo hacer al respecto? Asegúrese de hablar con su médico antes de ponerse ninguna vacuna durante el embarazo. También es una buena idea informar a su médico si se queda embaraza durante las 4 semanas inmediatamente posteriores a la recepción de una vacuna. Y, si en su lugar de trabajo se administran determinadas vacunas por norma, asegúrese de informarles de que está embarazada antes de que le administren ninguna.
¿Debo evitarlas? Sí y no. Si su médico considera que es realmente necesario que le hagan determinada radiografía para su bienestar y para el bienestar del bebé durante el embarazo, será altamente improbable que los reducidos niveles de radiación sean nocivos para el feto. No obstante, si es seguro esperar a hacerse la radiografía hasta que haya nacido el bebé, probablemente esa será la mejor forma de proceder.
¿Cuáles son los riesgos para el bebé en caso de que los haya? Según la Academia Americana de Médicos de Familia (American Academy of Family Physicians -AAFP), lo más probable es que las radiografías sean seguras durante el embarazo. La mayoría de radiografías diagnósticas emiten mucho menos de 5 rads, que es el límite sugerido por la FDA de EE.UU. al que puede exponerse una mujer durante el embarazo. Los distintos procedimientos radiológicos emiten distintas cantidades de radiación, y la dirección de los rayos también repercute sobre la posible exposición del feto. Las radiografías dentales, por ejemplo, no deben preocupar demasiado porque la zona irradiada está muy alejada del útero. De todos modos, los investigadores consideran que los fetos son más susceptibles a los efectos nocivos de las radiaciones debido a su rápida tasa de división celular.
¿Qué puedo hacer al respecto? En primer lugar, asegúrese de que todos los profesionales de la salud que la atiendan (incluyendo su dentista y el radiólogo) saben que está embarazada antes de practicarle ninguna radiografía. Asimismo, cuando deban practicarle una radiografía, asegúrese de cubrirse la zona del abdomen con un delantal de plomo. Si le preocupan los efectos que puedan tener las radiografías durante el embarazo, puede pedirle a su médico que le practique una resonancia magnética (RM) durante el primer trimestre o una ecografía en cualquier momento del embarazo.
Aunque es cierto que hay algunas cosas que no se consideran seguras durante el embarazo, intente no dedicar demasiado tiempo a darle vueltas al tema y a preocuparse. Cuando tenga alguna duda, guíese por el sentido común —si parece una mala idea, no es necesario hacerlo inmediatamente o puede entrañar algún riesgo, pospóngalo hasta que haya mantenido una conversación con su médico. Probablemente este la sacará de dudas, la tranquilizará y hasta es posible que le dé carta blanca para hacer algo que nunca pensó que podría hacer hasta después de dar a luz.
Sobre todo, asegúrese de seguir las principales recomendaciones para tener un embarazo saludable —comer bien; descansar mucho; mantenerse alejada de las drogas, el alcohol y el tabaco— y estará en el camino de mantenerse sana y de proporcionar a su bebé un principio sano.