La biopsia testicular se emplea como diagnóstico, así como para obtener espermatozoides para ser usados en el ICSI.
La biopsia testicular se emplea como diagnóstico, así como para obtener espermatozoides para ser usados en el ICSI. Se aconseja realizar la biopsia testicular por la técnica abierta (TESE), tanto con fines diagnósticos como para la recuperación de los espermatozoides para ICSI, en contraposición a la obtención de los espermatozoides testiculares por aspiración con aguja fina (TESA). No obstante, en casos de azoospermia secretora es preferible realizar TESA, ya que esta técnica faculta el acceso a un mayor número de áreas del testículo y reduce las posibles complicaciones. En efecto, ambas técnicas no están exentas de complicaciones, a lo que se agrega el hecho de que al repetirlas son más difíciles y con menos posibilidad de hallar espermatozoides (TESE/TESA exitoso) que en el primer intento.
En general, las indicaciones más frecuentes de biopsia testicular por infertilidad son la azoospermia, la disfunción eyaculatoria, la oligozoospermia grave y la criptorquidea. Por otra parte, con el objetivo de predecir el éxito en la extracción testicular de espermatozoides, varios parámetros se han desarrollado, tales como volumen testicular, FSH, histopatología testicular previa e inhibina. El volumen testicular es importante, ya que los túbulos seminíferos constituyen aproximadamente el 85% de la gónada, pero tiene un bajo poder predictivo, ya que pueden existir variaciones topográficas de diferentes alteraciones testiculares independientes del volumen; sin embargo, un volumen testicular muy bajo (< 5 ml), indica con seguridad que no ocurre espermatogénesis.
En Vidafer, usualmente empleamos la punción con aguja fina del epidídimo y del testículo, realizándola con fines diagnósticos previo al ICSI. Si la muestra es adecuada, se congelan los espermatozoides obtenidos para usarlos en un ciclo de ICSI próximo. Adicionalmente, una porción de la muestra se envía para estudio en anatomía patológica.