El flujo vaginal normal limpia y humecta la vagina, además de ayudar a prevenir y combatir infecciones.
El flujo vaginal normal limpia y humecta la vagina, además de ayudar a prevenir y combatir infecciones. Aunque es normal que el color, la textura y la cantidad de flujo vaginal varíen a lo largo del ciclo menstrual, algunos cambios en el flujo pueden indicar la presencia de un problema. Los siguientes cambios suelen ser indicio de una infección: olor desagradable, cambio en el color o la textura (en especial, si se vuelve verdoso, grisáceo o se asemeja al pus), picazón, ardor, hinchazón o enrojecimiento vaginal y sangrado vaginal que no corresponde al período menstrual.
Las infecciones vaginales, como la vaginitis bacteriana, la candidiasis (infección por un hongo) y la tricomoniasis suelen ser la causa de un flujo vaginal anormal. Algunas infecciones, como la gonorrea o la Chlamydia, se transmiten durante la relación sexual. Otras infecciones, como la vaginitis bacteriana o las infecciones causadas por un hongo, aparecen se tengan o no relaciones sexuales.
En general, las infecciones causadas por cándidas pueden generar un flujo vaginal blanco y espeso, parecido al requesón, que produce picazón y ardor. La vaginitis bacteriana puede hacer que el flujo vaginal sea más espeso, espumoso y de color grisáceo, con olor desagradable, similar al del pescado, en el flujo vaginal. La tricomoniasis, una enfermedad de transmisión sexual común, puede generar un olor rancio, como a humedad, en el flujo vaginal. Éste se torna grisáceo o amarillo verdoso, así como más espeso. La tricomoniasis también suele causar picazón vaginal y dolor al orinar.
Es muy importante que consultes a un médico si tienes alguno de los síntomas de flujo vaginal anormal. Esto es muy importante para las mujeres que mantienen relaciones sexuales, en especial para aquellas que han tenido relaciones sin usar preservativos, porque muchas enfermedades de transmisión sexual producen cambios en el flujo vaginal.