El uso incorrecto de la anticoncepción de emergencia puede limitar su efectividad.
La anticoncepción de emergencia, conocida anteriormente como anticoncepción postcoital, es aquella que tiene como finalidad evitar el embarazo una vez que ha ocurrido la eyaculación del semen, intravaginal o en los genitales externos, en la etapa fértil del ciclo menstrual de la mujer. Esta se logra con medidas que eviten la penetración de los espermatozoides en el canal cervical o impidiendo la implantación del óvulo fecundado en la cavidad uterina.
La anticoncepción hormonal de emergencia tiene una alta efectividad. En general, el método disminuye la tasa esperada de embarazos en un 70% a un 77,2%. El medicamento se debe tomar en las primeras 72 horas de un coito no protegido en la etapa fértil del ciclo.
La administración de estas hormonas, a altas dosis, induce modificaciones del endometrio que impide la implantación del óvulo fecundado. Debido a que el óvulo tarda unos cuatro días en llegar al útero y se implanta en los dos días siguientes; la administración de combinaciones estrógeno-progestágeno en las primeras 72 horas, da tiempo para que el endometrio se modifique para el momento de la implantación. Alteración del equilibrio estrógeno-progesterona: en el ciclo menstrual existe variación en la producción de estrógenos y de progesterona; así, en la etapa preovulatoria, hay una mayor producción de estrógenos y en la postovulatoria de progesterona. La administración de combinaciones estrógeno-progestágenos, en la época periovulatoria, puede bloquear la ovulación si ésta no ha ocurrido, pero si la paciente ya ovuló se reduce la producción de progesterona, lo que previene la implantación del óvulo fecundado.
Estudios en animales han demostrado que los estrógenos aumentan la contractilidad de las trompas y que la progesterona las disminuye; por tanto, los estrógenos postcoitales pueden aumentar la velocidad de transporte del óvulo fecundado y llega al útero en una etapa del desarrollo en que no está apto para su implantación".
Las náuseas ocurren entre el 50% y el 70% y los vómitos entre el 15% y el 20% de los casos que reciben hormonas. Son similares a los del embarazo y fáciles de controlar, aunque hay algunos casos rebeldes. Los vómitos pueden ser causa de la falla del método porque la pastilla ingerida puede eliminarse durante el vómito por eso se debe insistir en que, si esto ocurre, es preferible usar un antiemético y a los 30 minutos repetir el tratamiento.
Las modificaciones que este tratamiento ocasiona sobre el ciclo menstrual son impredecibles. Algunas mujeres tienen un retraso de la regla y otras, por el contrario, tienen la menstruación antes de la fecha esperada. También son comunes las manchas que ocurren durante y después del tratamiento. Lo usual es que la regla se retrase y venga unos 21 días luego de terminar el tratamiento, por lo que la paciente debe estar en conocimiento de que esto puede ocurrir sin que se encuentre embarazada. No obstante, es conveniente realizar una prueba de embarazo ante un retraso mayor de 1 semana. Nosotros observamos el retraso de la menstruación usualmente cuando utilizan el anticonceptivo de emergencia en la segunda mitad del ciclo menstrual.